Partiendo de nuestro Carácter Propio, destacamos:
1. Que el Evangelio debe ser el fundamento de toda la educación, porque en Jesucristo y su mensaje se encuentra el mejor proyecto de vida.
2. Que la educación es necesaria para que la libertad propia de la condición de hombre, pueda ejercitarse plenamente en todas las circunstancias de la vida.
3. Que la educación prepara especialmente para la libre expresión, la comunicación del saber y la transmisión de valores.
4. Que la persona se libera en la medida en que adquiere capacidad para relacionarse con los demás, preparándose así para ser útil a otros.